1 · Saboreamos lo invisible y vemos cosas inauditas: el contorno de un dolor agudo; el espesor de la caricia; el aroma del Cielo; la sonrisa de las aves; un punto de apoyo cualquiera; la flexión abdominal; las agruras de un dedo que señala; la condición del hijo; la mano izquierda del Buen Dios; la hacienda del ojo; la riqueza; la esperanza; las ataduras del Mundo; una voz ausente; la oscuridad; el horizonte de la estatua; una trayectoria; tu cruz; mi cruz... Nada extraño.
2 · La oscuridad también viene del cielo.
3 · Un fuerte estallido entre los dientes. Una caricia. Todo lo largo de un río... ¿Qué pasaría si hubiera escrito otras cosas?
A menudo, lo más obvio es lo más difícil de entender.
4 · Tengo entre los dedos una pluma de plomo; y un yunque de plumas sobre la cabeza. Me dejan respirar.
5 · Basta decir “triste” para evocar la tristeza. Basta volar para decir “¡vuelo!”.
6 · El ojo se agarra a los puntos. Las superficies son de la mirada. La línea no existe.
7 · Pensaba. Y entonces me encontré con un hombre sin rostro. Tuve miedo de no entenderle; tuve miedo de ser yo mismo ese hombre. De suerte que sólo pensaba. Al abrir los ojos estaba contigo; vi tu lunar junto a la ceja, el diente mellado, la nariz torcida... — ¡Ahora sí me reconozco!
8 · Hay hombres y mujeres de piedra, que no son piedras: hablan con quien les escucha.
9 · El detalle. Es el detalle.
10 · No he dicho nada, pero al terminar esta frase léela de nuevo.
—Ahora (que estás aquí) sabrás algo más sobre el significar.
11 · Una gaviota vuelve a tierra y se pegunta: “¿No he de preguntarme nada?”; y vuelve después a la mar.
12 · Catorce pulgadas de hollín y tres milímetros de hueco. Suficiente; te sé al otro lado.
13 · Una feria de signos e impresiones, coces en el pecho, una bola de acero entre los ojos. La quimera que trasnocha.
14 · Si callara...
15 · Caminar a tientas, como las raíces de los árboles en la oscuridad.
16 · Tendero, si quieres que la gente se detenga a mirar tu escaparate, pon en él un espejo.
17 · Porque me hablas, soy: fluyo desde tus labios hasta mí; ordenas en mi tiempo tus palabras. Porque yo hago lo mismo, somos.
18 · Ha nacido recientemente un rumor nuevo: “no fue la curiosidad quien mató al gato, sino el cascabel”.
19 · Lee este mensaje; a continuación destrúyelo, elimina hasta su último registro, borra hasta las últimas huellas que dejara; pregúntate después si lo recibiste.
20 · Donde hay uno, ha de haber, al menos, otro. Sea lo que sea (aunque sea Nada).
21 · Sé que guardas en tu oscuridad tesoros. Por eso sé que hay tesoros en mi oscuridad. Lo sé de cierto; los míos brillan ahora que he visto brillar los tuyos. Se iluminan mutuamente, como dos lunas sin sol.
22 · Si digo “árbol” y no me entiendes, no es por ti ni por mí, sino por ellos: los propios árboles que no se dejan entender.
23 · Junta palabras a lo loco; lo que veas al mirarlas será tu creación. Vuelve ahora los ojos al entorno; nada será como antes. Modificaciones en el espacio lógico.
24 · ...Y otro fin. Y otro fin. Y otro fin...
2 · La oscuridad también viene del cielo.
3 · Un fuerte estallido entre los dientes. Una caricia. Todo lo largo de un río... ¿Qué pasaría si hubiera escrito otras cosas?
A menudo, lo más obvio es lo más difícil de entender.
4 · Tengo entre los dedos una pluma de plomo; y un yunque de plumas sobre la cabeza. Me dejan respirar.
5 · Basta decir “triste” para evocar la tristeza. Basta volar para decir “¡vuelo!”.
6 · El ojo se agarra a los puntos. Las superficies son de la mirada. La línea no existe.
7 · Pensaba. Y entonces me encontré con un hombre sin rostro. Tuve miedo de no entenderle; tuve miedo de ser yo mismo ese hombre. De suerte que sólo pensaba. Al abrir los ojos estaba contigo; vi tu lunar junto a la ceja, el diente mellado, la nariz torcida... — ¡Ahora sí me reconozco!
8 · Hay hombres y mujeres de piedra, que no son piedras: hablan con quien les escucha.
9 · El detalle. Es el detalle.
10 · No he dicho nada, pero al terminar esta frase léela de nuevo.
—Ahora (que estás aquí) sabrás algo más sobre el significar.
11 · Una gaviota vuelve a tierra y se pegunta: “¿No he de preguntarme nada?”; y vuelve después a la mar.
12 · Catorce pulgadas de hollín y tres milímetros de hueco. Suficiente; te sé al otro lado.
13 · Una feria de signos e impresiones, coces en el pecho, una bola de acero entre los ojos. La quimera que trasnocha.
14 · Si callara...
15 · Caminar a tientas, como las raíces de los árboles en la oscuridad.
16 · Tendero, si quieres que la gente se detenga a mirar tu escaparate, pon en él un espejo.
17 · Porque me hablas, soy: fluyo desde tus labios hasta mí; ordenas en mi tiempo tus palabras. Porque yo hago lo mismo, somos.
18 · Ha nacido recientemente un rumor nuevo: “no fue la curiosidad quien mató al gato, sino el cascabel”.
19 · Lee este mensaje; a continuación destrúyelo, elimina hasta su último registro, borra hasta las últimas huellas que dejara; pregúntate después si lo recibiste.
20 · Donde hay uno, ha de haber, al menos, otro. Sea lo que sea (aunque sea Nada).
21 · Sé que guardas en tu oscuridad tesoros. Por eso sé que hay tesoros en mi oscuridad. Lo sé de cierto; los míos brillan ahora que he visto brillar los tuyos. Se iluminan mutuamente, como dos lunas sin sol.
22 · Si digo “árbol” y no me entiendes, no es por ti ni por mí, sino por ellos: los propios árboles que no se dejan entender.
23 · Junta palabras a lo loco; lo que veas al mirarlas será tu creación. Vuelve ahora los ojos al entorno; nada será como antes. Modificaciones en el espacio lógico.
24 · ...Y otro fin. Y otro fin. Y otro fin...
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